Trabajo flexible: importancia, ejemplos y cómo aplicarlo
Hay quien vaticinó que el trabajo de 9 a 17 en la oficina había muerto. Ahora sabemos que eso no es cierto, que el trabajo flexible no necesariamente es para todas las empresas y que para que su implementación sea exitosa hay muchos factores a tener en cuenta.
Porque el modelo de trabajo flexible requiere desarrollar una cultura de apertura y escucha continua y la agilidad necesaria para adaptarse rápido a las necesidades cambiantes del mercado y del talento.
Claro que no hay dudas del impacto que las nuevas formas de trabajo tienen en aspectos como la salud física y mental y el bienestar del talento, su motivación, productividad y compromiso. Por lo tanto, el trabajo flexible es una alternativa muy valiosa a considerar.
¿Todavía dudas de sus beneficios? Hoy te explicamos la importancia del trabajo flexible en las organizaciones y te compartimos los pasos clave para aplicarlo de forma eficaz en tu compañía.
¿Qué es el trabajo flexible?
En las iniciativas de Recursos Humanos para mejorar el bienestar y el engagement de empleados, la flexibilidad laboral aparece como factor indiscutible, pero en esencia ¿qué es el trabajo flexible?
Además de ser una de las tendencias laborales más sostenida en los últimos años, el modelo de trabajo flexible es un acuerdo que promueven las organizaciones para que sus colaboradores puedan decidir, hasta cierto punto, cuándo, cómo y dónde trabajar.
Esto implica que puedan tomar decisiones sobre sus horas de trabajo, el lugar desde el que prefieren trabajar, la forma de hacerlo, con quién colaborar, entre otras variables.
Las 5 dimensiones del trabajo flexible
Aunque se cree que la flexibilidad laboral se enfoca sólo en el lugar de trabajo y en la cantidad de horas, podemos identificar al menos 5 dimensiones del trabajo flexible:
Dónde: implica definir un espacio de trabajo flexible y con ello, el lugar en el que el colaborador realiza sus tareas. Los modelos de trabajo flexible y remoto o trabajo híbrido son los más utilizados.
Cuándo: se refiere a la organización de las horas de trabajo. Esto es la cantidad de tiempo que va a trabajar el empleado o la elección de cuándo comienza y termina su jornada.
Cómo: es la forma en que se va a distribuir el tiempo o la jornada laboral. Uno de los ejemplos de trabajo flexible más claros de esta dimensión es la semana laboral de 4 días, en la que el trabajo se condensa en 4 jornadas y el resto de días el colaborador descansa.
Qué: en este punto el trabajador puede decidir en qué tareas o actividades ocupar su tiempo de trabajo.
Quién: finalmente, la flexibilidad laboral como concepto contempla una dimensión destinada a que el talento pueda decidir con quién trabajar. Es decir, dentro de qué equipo y área, a qué líder o responsable reportarse y con qué compañeros colaborar.
Esto no quiere decir que en toda implementación del trabajo flexible integre las 5 dimensiones. Por lo general, las empresas se enfocan en las formas de trabajo, es decir, trabajo híbrido y flexible, remoto o home office (dónde), la extensión de la jornada laboral (cuándo) y la distribución de las horas (cómo).
Lo interesante de conocer todas las dimensiones es que puedes ir haciendo ajustes e incorporando unas u otras en función de las necesidades y expectativas específicas de tu equipo.
Ejemplos de trabajo flexible
Ahora ya sabemos que el trabajo flexible se enfoca en darle mayor libertad al talento para que decida dónde, cuándo, cómo, qué y con quién trabajar. Pero ¿cómo se traduce eso en el día a día de una empresa? Te compartimos los principales ejemplos de modelos de trabajo flexible:
Horario flexible
Esta modalidad de trabajo flexible poco a poco va ganando terreno. Consiste en permitir a los empleados elegir sus horas de trabajo, siempre y cuando completen sus tareas de cada jornada o cumplan un número determinado de horas a la semana.
Es una forma de trabajo más enfocada en el cumplimiento de los objetivos de cada puesto y donde se promueve que los colaboradores trabajen cuando son más productivos.
Trabajo remoto
El trabajo flexible y remoto es otra de las modalidades que más ha crecido en los últimos años. Su adopción implica que los empleados trabajen a distancia. Esto puede ser home office, trabajo desde casa, o cualquier otra ubicación distinta a la de la empresa.
Si bien este modelo de trabajo se enfoca en el dónde, también hay empresas que permiten a sus empleados remotos elegir en qué momento del día trabajar.
Trabajo híbrido
Según un reporte de Deel, 7 de cada 10 trabajadores en Latam prefieren trabajar de forma remota o híbrida, siendo este último el modelo preferido. El trabajo híbrido que ha demostrado un gran crecimiento tanto en adopción como en preferencia, combina la modalidad a distancia o remota con la modalidad presencial.
Esto implica que en una semana un colaborador trabaje algunos días en su casa y otros días en la oficina, dividiendo sus horas y jornadas de trabajo entre distintos entornos laborales.
Semana laboral reducida
Uno de los grandes exponentes del modelo de semana laboral reducida es la semana laboral de 4 días. Como su nombre lo indica, este esquema consiste en reducir la semana laboral tradicional a menos jornadas de trabajo.
Por lo general, para llevarlo a cabo se pueden tomar dos caminos:
Que los empleados trabajen más horas cada día para trabajar menos jornadas al final de la semana.
Establecer una semana laboral más corta, lo que por lo general implica reducir la cantidad de horas semanales destinadas al trabajo.
Horas anualizadas
Otro de los ejemplos de trabajo flexible que se pueden implementar en las empresas son las horas anualizadas. Este sistema consiste en establecer un número total de horas que el colaborador debe alcanzar de forma anual, en lugar de una cantidad fija semanal o mensual.
Esta es una interesante iniciativa de trabajo flexible porque el personal puede tener más control sobre cuándo y cuánto trabajar en cada momento del año para llegar a ese número de horas anual.
¿Por qué es importante el modelo de trabajo flexible?
La flexibilidad laboral parte de la idea de que los empleados pueden ser más productivos y estar más comprometidos con sus tareas si pueden elegir dónde y cuándo realizar su trabajo.
En lugar de imponer un horario estricto u obligar al personal a trabajar siempre en un mismo entorno, un modelo laboral flexible permite a las empresas reconocer que cada colaborador tiene necesidades particulares.
En función de esas necesidades las organizaciones pueden brindar el apoyo adecuado para que los empleados alcancen un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal y un mayor bienestar. Gracias a ello, estos equipos pueden ser más productivos, estar motivados y comprometerse más con su trabajo.
Y hay muestras claras del impacto que tiene la implementación del trabajo flexible en las empresas. El reporte Tiempo de trabajo y conciliación de la vida laboral y personal en el mundo realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece que el modelo flexible favorece una mejor conciliación trabajo-vida personal y brinda los siguientes beneficios:
Aumenta la satisfacción laboral y la sensación de seguridad del empleo.
Mejora la experiencia del colaborador.
Previene efectos negativos sobre la salud física y mental.
Incrementa la tasa de retención de talento.
Mejora los resultados en los procesos de contratación.
Reduce las tasas de absentismo.
Aumenta la productividad.
De acuerdo con este reporte hay una correlación entre formas de trabajo flexibles y niveles más elevados de atención, concentración y motivación, lo que contribuye a una mayor productividad.
Por otro lado, las empresas que permiten que el talento organice sus horarios en función de sus necesidades mejoran sus tasas de satisfacción laboral, lealtad y compromiso laboral.
¿Cómo aplicar el trabajo flexible en tu empresa?
Imaginamos que a estas alturas ya tienes claro que el trabajo flexible puede ser una iniciativa valiosa para tu equipo, pero ¿cómo aplicarlo de manera efectiva en tu empresa? Conoce el paso a paso para conseguirlo:
1. Realizar un diagnóstico
El primer paso para aplicar el trabajo flexible en una empresa consiste en entender cuáles son las capacidades y necesidades de los colaboradores y la compañía en términos de flexibilidad. Se trata de identificar qué tipo de modelo es el adecuado para el equipo y cuál es viable para la organización.
2. Definir la política de trabajo flexible
Una política de trabajo flexible es imprescindible para la implementación exitosa de este tipo de modelo laboral. Implica definir los lineamientos y procedimientos a seguir sobre el funcionamiento del sistema, los requisitos y las personas involucradas.
En esta política se puede incluir, por ejemplo, el tipo de modalidad de trabajo flexible que se va a implementar, si es aplicable a todo el personal o si cada colaborador debe solicitarlo y, en caso de que sea así, indicar cómo realizarlo.
3. Diseñar el modelo de trabajo flexible adecuado
No todas las empresas necesitan el mismo modelo de trabajo flexible. Por eso es importante diseñar un sistema que se adapte a tu equipo y a las operaciones de tu empresa.
Antes te compartimos algunos ejemplos de trabajo flexible, pero hay muchos más. Te recomendamos conocerlos en detalle para poder evaluar cómo adaptarlos al funcionamiento de tu organización y determinar cuál de ellos se adapta mejor a las necesidades del personal.
4. Reforzar la cultura laboral
Uno de los riesgos del trabajo flexible es la desconexión del equipo con la cultura de la empresa. Por eso, si estás pensando en integrar este tipo de modelo es clave reforzar el sentido de pertenencia mediante iniciativas de HR concretas. Por ejemplo:
Fomentar encuentros presenciales estratégicos, como reuniones trimestrales o eventos de integración.
Reforzar la comunicación interna con herramientas adecuadas para ese fin y espacios de retroalimentación continua.
Priorizar el reconocimiento, celebrando logros y asegurando que cada empleado sienta que su trabajo tiene impacto.
La clave está en equilibrar la flexibilidad con estrategias que refuercen el compromiso y la cohesión del equipo.
5. Implementar herramientas digitales
La implementación exitosa del trabajo flexible depende en gran medida de contar con la infraestructura tecnológica adecuada. En este sentido, es clave identificar las herramientas digitales que van a facilitar la comunicación y colaboración en un entorno laboral remoto, híbrido y flexible.
Por ejemplo:
Plataformas de comunicación.
Software de gestión de tareas y colaboración.
Herramientas para la gestión del tiempo.
Sistemas de evaluación del desempeño.
Plataformas de retroalimentación.
Soluciones de People Analytics.
6. Establecer métricas de seguimiento
Para evitar la incertidumbre que puede representar un nuevo modelo de trabajo, es clave definir cómo se va a medir el trabajo flexible. En este sentido, hay varias formas de hacerlo.
Uno de los ejemplos más claros es pasar de medir el tiempo que cada colaborador pasa dentro de la oficina y enfocarse en las metas que alcanza en cada jornada o en cada semana de trabajo. También se pueden establecer indicadores de productividad para cada equipo y función.
Por supuesto, es importante pensar más allá de los resultados de la empresa y evaluar cómo se sienten los empleados con el nuevo modelo, a través de encuestas, conversaciones regulares y otros recursos que ayuden a medir la experiencia del empleado, el compromiso y la satisfacción de manera continua.
Desafíos del trabajo flexible y cómo afrontarlos
Como toda iniciativa que impacta en los Recursos Humanos de una organización, la aplicación del trabajo flexible no está exenta de desafíos. Algunos de los más relevantes son:
Dificultades en la comunicación
Este es uno de los grandes temores de los empleadores cuando incursionan en esquemas de trabajo flexible, ya sea híbridos o remotos. El riesgo de perder la comunicación con los colaboradores hace que muchas compañías desistan de este plan.
Lo cierto es que la tecnología viene a reducir esa brecha y acortar la distancia. En 2025 la falta de comunicación suena más a excusa que a una realidad palpable en las empresas.
Hoy, abundan las herramientas de comunicación interna y de trabajo colaborativo que facilitan la comunicación sincrónica. Esto permite a los equipos colaborar en tiempo real sin importar en qué lugar se encuentren o cuántos kilómetros de distancia los separen.
Pérdida de cercanía
La realidad es que el contacto cara a cara sigue siendo valioso para muchos empleados, hay quienes pueden comenzar a sentirse aislados si pasan mucho tiempo sin poner un pie en la oficina. Para ello, siempre existen formas de trabajo que faciliten la cercanía.
Por ejemplo, en lugar de implementar el trabajo remoto, se puede crear un esquema híbrido donde los empleados vayan algunos días a trabajar a la empresa y otros desde casa. Esto se puede ir adaptando en función de lo que vayas detectando en tu equipo.
La tecnología nuevamente es una aliada clave en este proceso. Con herramientas como un chatbot inteligente, que generan conversaciones regulares con tus colaboradores, puedes tomar el pulso a tu equipo y conocer cómo se siente con respecto a su modalidad de trabajo. En función de estos comentarios hacer ajustes.
Lo mejor de esta clase de herramientas es que no importa el tamaño de tu empresa ni el de tu equipo de HR, puedes escalar el contacto con todo tu equipo. El bot tiene capacidad para interactuar con múltiples empleados a la vez y cuenta con la inteligencia para aprender de cada interacción y personalizar las conversaciones.
Pss, esto es precisamente lo que hace el chatbot de Lara AI. 😉
Falta de seguimiento
Uno de los mayores desafíos de implementar el trabajo flexible en las empresas es la falta de seguimiento, no solo en términos de desempeño, sino también en aspectos clave como la experiencia del empleado, su sentido de pertenencia, motivación y satisfacción.
Si las empresas no hacen un seguimiento proactivo de estos aspectos, corren el riesgo de enfrentar una menor productividad y una cultura organizacional debilitada.
Las herramientas de People Analytics y otras soluciones de análisis de datos le brindan a RRHH una mayor visibilidad sobre lo que pasa dentro de los equipos. Gracias a esto, se pueden tomar decisiones más informadas y acertadas sobre la experiencia del empleado bajo un esquema de trabajo híbrido o remoto.
Por ejemplo, un software de Recursos Humanos como Lara AI, integra People Analytics dentro de su funcionamiento para:
Monitorear el compromiso en tiempo real: la plataforma te brinda datos que te ayudan a entender cómo se sienten los empleados en un entorno híbrido o remoto.
Identificar riesgos: Lara AI analiza patrones de comportamiento para detectar señales tempranas de desmotivación o desconexión en entornos de trabajo flexibles.
En definitiva, si quieres que el trabajo flexible funcione sin comprometer la experiencia del empleado, debes apoyarte en datos para hacer un seguimiento continuo y tomar decisiones que promuevan la satisfacción y el compromiso de tu equipo.
Ahora ya sabes cómo Lara AI puede ser un aliado clave en la implementación del trabajo flexible en tu empresa: agenda una demo ahora.